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Tipos de personalidades: Cómo la Microdosis puede equilibrarlas



Los humanos tendemos a categorizarnos a nosotros mismos y a los demás en diferentes grupos o tipos. Desde ser introvertidos, extrovertidos o ambivertidos, hasta identificarnos con estilos de apego o características de los signos zodiacales, siempre buscamos formas de entender y relacionarnos con los demás.


'Soy un Sol en Piscis con una Luna en Leo, ¡así que soy básicamente un extrovertido introvertido!' etc, etc.


La pertenencia a un grupo o equipo nos hace sentir parte de algo más grande que nosotros mismos, lo cual puede explicar por qué actuamos de cierta manera. Además, nos ayuda a comprender y relacionarnos con los comportamientos de los demás.


El individuo con personalidad Tipo A suele ser más perfeccionista, triunfador y competitivo, lo que les lleva a sobresalir en situaciones de grupo donde se valora la competitividad y la eficiencia. Por otro lado, las personas con personalidad Tipo B suelen ser más relajadas, flexibles y orientadas a las relaciones interpersonales, lo que les permite adaptarse mejor a diferentes dinámicas de grupo y fomentar la cooperación entre los miembros. En resumen, la pertenencia a un grupo puede influir en cómo actuamos y nos relacionamos con los demás, dependiendo de nuestra personalidad y de cómo nos adaptamos a las dinámicas grupales.



Pero, ¿Dónde se ha originado esto de las personalidades?


Por supuesto, la clasificación de personalidad en 'Tipo A' y 'Tipo B' es una simplificación de la complejidad de la psicología humana, y no todo tiene que ser tan binario. Estos términos surgieron en la década de 1950 en un estudio que buscaba vincular la personalidad con el riesgo de enfermedades cardíacas (atribuyendo este riesgo principalmente al 'Tipo A', descrito como más ansioso y perfeccionista).


Es interesante destacar que este estudio fue financiado por compañías tabacaleras, que buscaban desviar la atención del público de los daños causados por el tabaco. Al atribuir los problemas de salud a la personalidad en lugar del hábito de fumar, se creaba una distracción conveniente. Esto nos muestra cómo los conceptos de 'Tipo A' y 'Tipo B' pueden ser utilizados para desviar la atención de factores externos, como el tabaquismo, que tienen un impacto significativo en la salud.


Los rasgos identificativos de una personalidad tipo A


Independientemente de su pasado turbio, las categorizaciones de Tipo A y Tipo B siguen prevaleciendo. Y es en parte por una buena razón. Mucha gente se identifica con aspectos de la división Tipo A/Tipo B, siendo el Tipo A especialmente representado en la cultura popular. Las características completas asociadas con el Tipo A incluyen:


Altamente orientado al éxito: las personas 'Tipo A' tienden a obtener su autoestima al lograr sus objetivos. 


Competitivo: todo es una competencia para personalidades 'Tipo A', ¡incluso las cosas que se supone que no son competitivas! 


Rápido para enfadarse: las personalidades 'Tipo A' pueden enfadarse incluso por cosas pequeñas o 'tener poca mecha'.


Impaciente: la gestión del tiempo es importante para 'describir como'. ¡Pueden ser muy impacientes! 



Los profesionales de éxito


Como puedes imaginar, ser Tipo A tiene muchas ventajas. Suelen ser estrellas en su lugar de trabajo, logran más allá de sus objetivos; su ambición y organización a menudo son una bendición para ellos y para los demás. Estas características han sido vistas como deseables en la sociedad moderna, donde el éxito y la eficiencia son altamente valorados.



Las contras


Sin embargo, por otro lado, también hay desventajas. Aquellos que se identifican con rasgos de Tipo A pueden sufrir ansiedad y autocastigarse si no están a la altura de las altas expectativas que tienen para sí mismos. También pueden tener problemas sociales, ya que su impaciencia y perfeccionismo pueden hacer que sean groseros o hirientes con los demás.

 

Quizás te identifiques con algunas o todos de las ventajas positivas. Y eso es genial: ¡tres hurras por tu gran triunfador! Pero quizás también sientas algunos de los efectos de estos rasgos negativos. 


Lo mejor de ambos mundos


Por suerte, hay cosas que puedes hacer para encontrar el equilibrio. Puedes mantener tu ambición y tu empuje, pero quizás seas menos duro contigo mismo si no completas tu lista de tareas pendientes todos los días. Puedes pasar un día simplemente relajándote y estando, sabiendo que el cielo no se caerá si comienzas tus proyectos mañana. Sé ese gran triunfador mientras disfrutas de tu vida. ¡Realmente! 


La Microdosis para equilibrar las características del tipo A


Una forma de hacerlo es a través de la microdosificación. Esta práctica implica tomar una dosis mínima de psilocibina, que no produce efectos psicoactivos perceptibles, pero que está asociada con numerosos beneficios. Se ha demostrado que la microdosificación es efectiva en el tratamiento de la depresión, el trastorno de estrés postraumático, problemas de adicción y el TOC, condiciones que a menudo se presentan en individuos con rasgos de personalidad tipo A. Al incorporar la microdosis como parte de un enfoque integral para el manejo de la salud mental, las personas tipo A pueden encontrar una herramienta útil para enfrentar los desafíos que enfrentan.


La ansiedad reducida:


Aquellos que toman microdosis de psilocibina informan niveles reducidos de ansiedad, así como una perspectiva más tranquila y abierta.


Cómo ayuda esto a un 'Tipo A': Esto es esencial para aquellos que se identifican como Tipo A y se auto describen como muy ansiosos, estresados ​​y, en ocasiones, autocastigados. Una perspectiva más tranquila puede ayudarles a darse cuenta de que los estándares que mantienen no son el fin de todo. 


Estado de ánimo mejorado:


La microdosificación mejora el estado de ánimo general y la felicidad. 


Cómo ayuda esto a un 'Tipo A': Conocido por tener una 'mecha corta', un 'Tipo A' puede alejar a las personas con sus tendencias a veces mandonas y agresivas. Un mejor estado de ánimo y una sensación de bienestar pueden hacer que sus reacciones sean menos extremas y animarles a ser más amables con los demás.



Creatividad mejorada:


Se sabe que la microdosificación potencia las habilidades creativas y fomenta un pensamiento poco convencional.


Cómo ayuda esto a un 'Tipo A': Una mayor creatividad puede ayudar a un tipo A a ver que hay muchas vías para resolver problemas y que estar abierto a nuevas ideas es esencial tanto en el trabajo como en la vida. 


Menos dependencia de los mecanismos de afrontamiento:


Quienes toman microdosis afirman que les resulta más fácil mantener un estilo de vida saludable y que incluso les ha ayudado a dejar hábitos como fumar o beber en exceso. 


Cómo ayuda esto a un 'Tipo A': Para lidiar con las presiones que acumulan sobre sí mismos, muchos Tipo A se ven obligados a depender de sustancias externas como la nicotina o el alcohol como mecanismo de afrontamiento. Cualquier cosa que pueda reducir esta dependencia es una gran ventaja. 


Enfoque mejorado:


Se ha descubierto que las microdosis ayudan a que las personas "fluyan", haciéndolas más productivas y contentas con sus tareas. 


Cómo ayuda esto a un 'Tipo A': ¿Estás bromeando? Siguen siendo un 'Tipo A', como si fueran a decir que no a algún al poder de productividad adicional 😉.


Bromas aparte, un período más concentrado podría significar más tiempo para una relajación significativa al final del día, esencial para que un tipo A se relaje. 


Sé el 'tipo' de persona que quieres ser


Cualquiera que sea el "tipo" con el que te identifiques, recuerda no encerrarte en las posibilidades. Puede que tengas algunas tendencias de 'Tipo A' o 'Tipo B', pero eso no significa que seas un ser fijo. Tu personalidad puede cambiar y crecer día a día, y tú tienes el poder de moldearla a tu gusto.


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