Guía completa de la microdosificación con psicodélicos y cannabis.
Cuando piensas en consumir cannabis, setas mágicas, ácido o peyote, ¿qué es lo primero que te viene a la mente? Probablemente alucinaciones, apalancamiento en el sofá y viajes hacia lo desconocido. Sin embargo, en la actualidad, cada vez es más popular otra forma de enfocar estas sustancias, conocida como microdosificación.
La microdosificación consiste en consumir este tipo de drogas en cantidades mucho más pequeñas de las que se suelen tomar para obtener un subidón o un viaje. Es decir, se trata de consumir dosis "subperceptibles" que no provocan efectos psicoactivos evidentes, pero que sí pueden generar cambios sutiles y beneficiosos en el estado de ánimo, la cognición y la creatividad. Con las microdosis, no te colocas ni tienes alucinaciones, su efecto es un poco distinto. Puede que trabajes mejor, que tengas conversaciones importantes de forma más calmada, o que tu labor artística sea más expansiva. La microdosificación te puede "elevar" hasta un micronivel por encima de tu yo habitual, y podría mejorar tu vida en muchos aspectos.
Las personas que toman microdosis afirman que incrementan su creatividad, potencian su bienestar emocional y mejoran su desempeño diario. Además, también puede ser una opción interesante para tratar trastornos de ansiedad, depresión, migrañas y otros problemas de salud mental. Aunque aún hay mucho por investigar en el campo de la microdosificación, hay cada vez más evidencia científica que respalda sus efectos positivos en diversas áreas de la vida. Por supuesto, es importante tener en cuenta que no es adecuado para todo el mundo, y que se deben seguir ciertas pautas y precauciones para evitar riesgos y efectos secundarios no deseados.
En definitiva, la microdosificación con psicodélicos y cannabis es una alternativa interesante para explorar las posibilidades de estas sustancias de una manera más sutil y controlada. Si estás interesado en probarla, lo mejor es informarte bien y buscar asesoramiento de expertos para asegurarte de hacerlo de manera responsable y segura.
¿En qué consiste la microdosificación?
La microdosificación implica tomar una cantidad muy reducida de psicodélicos que no provoca un estado de alteración perceptible. Por ejemplo, en lugar de tomar una dosis completa de ácido o setas alucinógenas, se toma una cantidad mínima que no produce alucinaciones. La idea es que puedas disfrutar de los beneficios de estas sustancias sin experimentar los efectos secundarios asociados con los viajes completos. La microdosificación se ha utilizado para mejorar el rendimiento en diversas áreas de la vida, como el trabajo, el estudio, el deporte y la salud mental, y se considera una forma segura y efectiva de aprovechar los potenciales beneficios de los psicodélicos.
La evolución de la microdosis: cómo la idea de tomar dosis subperceptivas de psicodélicos se ha desarrollado a lo largo del tiempo.
El uso de psicodélicos por el ser humano data de tiempos prehistóricos, aunque no se sabe exactamente cuándo se empezaron a tomar. Algunos especulan que la "revolución cognitiva" que experimentó el ser humano hace 70.000 años pudo estar relacionada con el descubrimiento de la psilocibina por parte del hombre primitivo. Sin embargo, la investigación científica occidental en psicodélicos no comenzó hasta el siglo XIX, cuando se centró en la mescalina durante la "primera ola de investigación psicodélica", que duró de 1880 a 1950.
La microdosificación tal y como se entiende hoy en día no surgió hasta la segunda ola de investigación psicodélica, que tuvo lugar en la década de 1960 y se centró en la psilocibina y el LSD. Fue en este momento cuando Albert Hofmann propuso la microdosificación como una forma segura y eficaz de experimentar los beneficios de estas sustancias en pequeñas dosis.
Hofmann, quien se microdosificó durante gran parte de su vida, vivió hasta los 102 años y fue una de las primeras personas en investigar los efectos de la microdosificación en el cuerpo y la mente. Aunque la investigación psicodélica fue frenada por la guerra cultural de los años 60, el interés en la microdosificación ha vuelto a resurgir en la actualidad como una forma prometedora de utilizar psicodélicos en beneficio de la salud mental y física.
Con la criminalización global del LSD y la psilocibina en la Convención sobre sustancias psicotrópicas de la ONU en 1971, el uso y la investigación de los psicodélicos disminuyó. Pero en el siglo XXI, los psicodélicos han vuelto a ganar popularidad gracias a la tercera ola de la investigación psicodélica. En lugar de ser consumidos para desconectar, muchos millennials y personas de la generación X los utilizan para mejorar sus carreras.
La microdosificación se ha convertido en una práctica popular entre programadores, emprendedores y ejecutivos, quienes buscan potenciar su creatividad, energía y competitividad. La curiosidad del público por la microdosificación se ha despertado gracias a varios libros e investigaciones sobre el tema.
El resurgimiento de los psicodélicos: la tercera ola y la microdosificación
Aunque la microdosificación con psicodélicos es un campo poco investigado, recientemente se han producido importantes avances en este ámbito. James Fadiman, un investigador destacado en el mundo de la microdosificación, participó en un experimento clave en los años 60 sobre el uso de psicodélicos en la resolución creativa de problemas.
Los resultados del experimento mostraron que los participantes que recibieron una pequeña cantidad de LSD o mescalina crearon productos innovadores y demostraron una mayor flexibilidad conceptual y una capacidad superior para asociar conceptos entre dominios.
Estos experimentos han confirmado que los psicodélicos pueden mejorar el rendimiento profesional.
Además, desde 2010, Fadiman ha recogido cientos de informes de personas de todo el mundo que se han microdosificado, y la respuesta ha sido mayoritariamente positiva.
En un estudio de 2018 realizado en los Países Bajos, se descubrió que las microdosis de psilocibina mejoraron la capacidad para la resolución de problemas convergente y divergente, aunque no afectaron la inteligencia fluida. En otro estudio de 2018 realizado en la Universidad de Toronto, las personas que se microdosificaban obtuvieron una mayor puntuación en creatividad, sensatez y apertura mental, y una puntuación más baja en afectividad negativa y actitudes disfuncionales. Aunque el diseño del estudio no permite establecer la dirección de la causalidad, estos resultados son prometedores en cuanto a los beneficios de la microdosificación con psicodélicos.
La microdosificación de psicodélicos: una alternativa más segura y saludable
Aunque los psicodélicos no suelen ser letales para el ser humano y tienen pocos efectos secundarios en dosis altas, en dosis normales pueden provocar angustia psicológica, ansiedad y otros síntomas desagradables. No obstante, el riesgo de experimentar estos efectos se reduce considerablemente con la microdosificación. De hecho, de los cientos de informes recopilados por Fadiman sobre la microdosificación, solo cinco mencionan efectos mentales adversos. En general, la microdosificación es mucho más segura y saludable que consumir alcohol en un bar.
La microdosificación y la legalidad de las drogas psicodélicas en Europa
En la mayoría de los países europeos, las drogas psicodélicas son ilegales, lo que incluye la actividad de microdosificación. Sin embargo, existe una excepción en Portugal, donde todas las drogas han sido despenalizadas. Esto significa que, aunque la microdosificación sigue siendo una práctica considerada como inconformista, en Portugal es legal. Cabe destacar que en algunos países europeos, como Holanda, Bélgica, España, Italia, Suiza, Croacia y la República Checa, la posesión de pequeñas cantidades de marihuana ha sido despenalizada y ha pasado de ser considerada un delito a una falta.
El programa más común de microdosificación de psicodélicos
El plan más utilizado para la microdosificación implica tomar una dosis cada tres días, lo que permite un día para tomar la sustancia, otro para experimentar los efectos que todavía persisten y un tercer día sin tomar nada para descansar y permitir que la tolerancia se restablezca. En resumen, este programa se puede estructurar de la siguiente manera: tomar una dosis, tener un día de efectos residuales y otro día de descanso antes de volver a tomar una dosis:
Dia 1 > Dia de microdosificación
Dia 2 > Dia de reminiscencia
Dia 3 > Dia de descanso
Dia 4 > Dia de microdosificación
Fadiman recomienda un ciclo de microdosificación de diez semanas, durante las cuales el consumidor debe observar cuidadosamente cualquier cambio en su comportamiento, opiniones, emociones y niveles de energía mientras continúa con su rutina diaria normal. Si se experimenta algún efecto negativo que haga sentir incómodo al consumidor, puede decidir interrumpir la administración de microdosis.
Algunas personas prefieren tomar microdosis cada cuatro días o de forma esporádica cuando les apetece. Tomar microdosis diarias no suele funcionar debido a que el cuerpo desarrolla rápidamente tolerancia a los psicodélicos, lo que reduce los efectos de las microdosis con el tiempo. Además, la microdosificación diaria puede causar síntomas negativos como el letargo. Aunque algunos defensores apoyan la microdosificación cada dos días, también puede tener efectos negativos en la mente.
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